lunes, 13 de mayo de 2013

MIS ÚLTIMA CERÁMICAS



Trato de experimentar con distintos tipos de barros la realización de copias de piezas halladas en excavaciones arqueológicas, empleando las mismas arcillas utilizadas para la fabricación en su día de los originales. Hoy os presento una pieza, en tamaño real, correspondiente a una lápida encontrada en una tumba de la antigua Mesopotamia. Está realizada en barro blanco refractario y esmaltada después de aplicarle un engobe verde y un óxido. La otra pieza es un fragmento de una vasija romana del siglo I, trabajada también con barro refractario, pero rojo, y salpicada de engobe blanco de porcelana. Ambas piezas están cocidas a 1.200 grados durante 8 horas, y, la lápida, nuevamente cocida a la misma temperatura y tiempo para fijar el esmalte, que le da una apariencia de alabastro. .  

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