viernes, 3 de mayo de 2013

Receta erótica. Hoy, "Cardos económicos a la burguesa"



Después del éxito de las dos recetas eróticas publicadas, hoy os presento una tercera acorde con la crisis económica. Se trata de un plato de cardos, como base, enriquecido con proteínas de pescado y jugo de carne... y alguna que otra sorpresa. Mi amigo Vázquez Montalban triunfó con esta receta en la crisis de 1973... ¡eso es... la del petroleo!

CARDOS ECONÓMICOS A LA BURGUESA 

Ingredientes:
- 750 gramos de cardos
- 4 cucharadas soperas de aceite de oliva
- sal
- Escalonia finamente picada
- Una lata o bote de filetes de anchoas desaladas
- Una cucharada de harina
- 25 cl. de fondo de ternera
- Pimienta
- Perejil picado
- Diente de ajo, también picado. Se podrían majar ambas cosas
- 2 yemas de huevo
- Una cucharada sopera de vinagre

Elaboración:
Se hierve agua salada para blanquear los cardos durante cinco minutos. Escurrir los cardos y sumergirlos en agua fría, quitando los filamentos. Calentar el aceite en una cacerola, sofreír la escalonia y las anchoas hasta que la escalonia esté tierna y las anchoas casi derretidas (se pueden añadir luego más anchoas enteras, esas ya saladas para adornar el plato). Se rehoga la harina y se mezcla con el fondo de ternera, agregando perejil, un poco de sal, el ajo (o el majado en su caso), pimienta y, finalmente, los cardos. Todo se deja cocer a fuego lento una media hora hasta que se reduce, no del todo, la salsa. Se baten las dos yemas de huevo con el vinagre y un par de cucharadas de la salsa. Una vez apartado del fuego, se incorpora esta mezcla a la salsa y se deja calentar todo unos dos minutos, evitando que hierva. Y a comer.



COMENTARIO 

Plato ideal para sociólogos, antropólogos y economistas socialdemócratas; nada de PODEMOS ni rojería pura y dura, dado que sólo los primeros son partidarios de una auténtica austeridad para salir de la crisis. Los de IU y CCOO son más propensos a invadir propiedades y supermercados; y, en su caso, a
 hacer cruceros y mariscadas. Esta receta de cardos excita mucho a los inspectores de Hacienda, del sexo que sea, por la obscenidad sonora y visual del cardo y por la lujuria ahorrativa que suscita comerse una fibra vegetal guisada con elementos tan baratos como dos yemas de huevo y unos filetes de anchoas. Es un plato de postguerra o entreguerras difíciles, que puede proponerse en el curso de una cena rememorativa, sin luz eléctrica. Si los comensales se excitan y no pueden aguantarse, es conveniente un poco de frío; es decir, no utilizar la calefacción. Es también un plato recomendado a burgueses adúlteros y cultos que hayan alquilado un apartamento de mediopelo en las afueras proletarias de una ciudad industrial; por tanto, nunca en El Ejido. Si acompaña este plato de cardos con un entrante de caviar de pobres (aceitunas negras con las anchoas sobrantes, todo triturado) convendría tener un camastro en la misma habitación, por si las moscas. 

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