miércoles, 20 de febrero de 2013
UN MENÚ CATALÁN, QUE PEDIRÉ MAÑANA
Como me voy dentro de tres horas a Tarragona y Barcelona, trataré de dejaros algunos platos de la cocina catalana que hacíamos en casa, ya que mi abuelo paterno era catalán (Tarragona). Me lo pediré mañana. Se trata de una ensalada de judías blancas frías con vinagreta y rape con salsa verde, pero no la tradicional.
ENSALADA DE JUDÍAS BLANCAS CON VINAGRETA
Ingredientes:
- 1/2 kilo de judías blancas cocidas (hay algunas muy buenas en envase de cristal)
- Un huevo duro
- Una lata de morrón
- 10 pepinillos en vinagre
- Una lata de aceitunas verdes con anchoa
- Un cebolla mediana
- Unas alcaparras
- Un tomate bueno para ensalada
- Aceite extra virgen de oliva
- Vinagre de sidra
- Sal en escamas
- Pimienta verde
Elaboración:
O se cuecen las judías después de haberlas tenido toda la noche en remojo o se utilizan las de un bote de cristal. La vinagreta la podéis hacer metiendo todos los ingredientes en la batidora y batirlos muy poco para que estén los ingredientes bastante enteros. Hay quien prefiere hacer el picadillo a mano. Colocar en la nevera una hora para servirlas frías.
RAPE CON SALSA VERDE (tipo "mojo")
Ingredientes:
- 1 rape grande (2 kilos) o varias colas de rape en función del número de comensales
- Aceite extra virgen de oliva
- Comino
- Pimienta verde
- Vinagre (yo utilizo el de sidra)
- Cilantro (una cucharada)
- 2 ó 3 dientes de ajo
- Un trozo de pan
- Sal en escamas
Elaboración:
Echar en la batidora los ajos, el cilantro, la pimienta verde, el comino, el pan, la sal y unas dos o tres cucharadas soperas de vinagre de sidra. Batir mientras se le agrega poco a poco el aceite, como si fuere una mahonesa. Cuando adquiera la consistencia de una crema, se saca y reserva. El rape se limpia bien y se salpimenta; se le unta con la salsa y se pone a la plancha no más de tres minutos por cada lado para evitar que se seque. Se sirve con más salsa.
Como postre, pondría una crema catalana, casera siempre.
¡BUEN PROVECHO!
lunes, 18 de febrero de 2013
PUENTE VERDE
Capítulo XXI
Del éxito de un concurso de murales
El tirón de la conferencia de
Mingorance ha servido para que Mariano le ponga las pilas a Beltrán Olmedilla,
que guarda muy en secreto lo del concurso de murales, que no le ha vuelto a
decir nada, que está como un pasmarote y muy obtuso, que ni siquiera habrá sido
capaz –y no por timidez- de contarle al director de la Escuela de Artes y Oficios
lo de la exposición en los soportales; el mejor sitio –lo tiene claro Mariano-
para que Bracamonte contemple, lea y se empape de lo que son capaces los
jóvenes de Ciudad Dorada en el manejo de las tintas chinas, para dibujar orlas
y grecas, y en la capacidad de síntesis y sentido común, para redactar
consignas del más puro y profundo espíritu nacional.
-¡Que ayude Paco Sastre! –ordena a Olmedilla-. Y que se
deje de gimnasia –le conmina-, que ya sé, porque me lo han contado, que dirige los ejercicios físicos
con abrigo, bufanda, puro y toses.
Mario Cornejo, como subjefe
provincial de la Movida, aprieta por su cuenta y riesgo el acelerador sin
retórica. Ahí está con el director del Instituto, don Melquíades López, a fin
de habilitar el aula de dibujo, la más grande del centro, para los últimos
retoques de los murales, de todos los murales, que la cosa trae cola.
-Se necesita mucho espacio, amigo Melquíades -aclara-, que han
de sumarse también los trabajos de otros colegios...
-Suya es el aula –le interrumpe el director del Instituto, para añadir- y que sea para bien.
No se puede pedir más; ha sido una
actitud elocuente y comprometedora, de apoyo y desinterés, de “buena predisposición” -la llamaría
Mariano-, que don Melquíades no necesita prebendas del Régimen, que ha
alcanzado ya su techo como docente, que se le ha pasado la edad para mayores y jugosas responsabilidades... ¿O no?
¿Cree usted, tal vez, que aspira a delegado provincial? De momento, si es así, ha colocado su primera
piedra; y a fe que no tiene mucha competencia y posibles zancadillas. Además,
el episodio del biscuter sobre el tejado, felizmente resuelto, suma y no resta en su hoja de servicios.
Quienes parece que se han dado
prisa, por primera vez en sus vidas, han sido
Beltrán Olmedilla y Paco Sastre, que han tomado al asalto el aula de
dibujo y ahora despliegan sobre las mesas las cartulinas de los murales ante el
desasosiego y picazón de tripa de alumnos propios y extraños, que han venido
hasta de colegios de Laujar -por exigencia del gobernador-, y de Vélez
Rubio, Adra, Berja, Garrucha y
Carboneras.
-¿Qué le parece..? ¡Hagamos tiempo! Le invito a un
ponche virtual en el Sotanillo...
-Se los puede
usted meter el ponche y el Sotanillo por
donde le quepa, que a estas alturas de la historia ya casi me da todo igual,
que solo espero un desenlace incoherente
y surrealista -como intuyo-, para salir de mi papel y de su imaginación.
-Usted se lo pierde por soberbio y desagradecido.
Así que, ahí le dejo o ahí se queda, de
cara a la pared... Y que sepa que la cosa va para rato.
Cinco horas han tardado en
seleccionar 20 murales de los 78 presentados. Una tarea ardua y con lupa, no
exenta de peligro; que ha contado con el asesoramiento del propio Cornejo y las
bendiciones de don Modesto Gutiérrez Valmaseda, ex legionario y vicario
castrense. Ambos han puesto, con la
ayuda, malicia y recomendación de Olmedilla y Sastre, la penúltima palabra, que
será Mariano, hoy mismo, quien diga la última y decida los 10 murales
definitivos y la cuantía de los premios, que todavía se lo está pensando.
-Yo le daría cuarenta duros al colegio y veinte a
los autores, para que se los repartan como Dios les de a entender. –le dice a Mariano el contable del Gobierno,
Bonifacio Chacón-.
-¿A todos? –le responde Mariano con cierta angustia y tacañería-.
-No, señor; sólo para el primer premio –le aclara Bonifacio, para agregar-. Al segundo y al tercero les podemos dar del almacén –si le parece- un ejemplar de la “Biografía apasionada de José Antonio”, de
Ximénez de Sandoval, que le ha salido muy redonda y con mucha chicha y tal...
¿No creé, don Mariano?
-Bueno, sí; eso para el colegio. –le advierte el Gobernador, para ordenar luego-. A los niños ponles cinco duros a cada uno, que ya tienen edad de echar
un poco de humo como es debido; y que,
hasta que les duren las pesetillas, dejen de fumar sucedáneos y porquerías.
El momento clave de la jornada va
a transcurrir en el despacho oficial de Mariano. Hasta aquí han traído ya los
murales Olmedilla y Beltrán, mientras Cornejo y el vicario castrense, Gutiérrez
Valmaseda, se han despistado unos minutos en la Peñilla para darse un tiento de
“sol y sombra”y mear. Han sido rápidos, bastante rápidos, porque irrumpen en la
estancia con apenas quince segundos de retraso.
-Ya estamos
aquí, Mariano. –dicen al unísono; para,
seguidamente, mentir también al unísono-. Perdona,
jefe, pero con el asma que arrastramos no se puede jugar...
-¡Leches..! –les corta Mariano y añade, dirigiéndose al subjefe de la
Movida- Extiende todo sobre la mesa.
Bueno, pues ha llegado la hora,
aunque no le agrade, de que tome usted posición en la falsa columna –que tan
bien conoce- para recibir doctrina y dar fe de las decisiones de tan peculiar y
patriótico jurado... ¡Mire a Cornejo!
¡Con qué primor coloca ceniceros en las cuatro esquinas de los murales
blancos que despliega sobre la mesa de don Nicolás Salmerón! Parece un sastre a
punto de cortar los patrones de un vestido de novia.
Mariano pasa la vista repetidas
veces sobre los primeros cuatro murales y, sin pestañear y a toda velocidad,
los desplaza con un manotazo hasta el suelo, ¡vamos! Como quien quita las migas de pan de una
mesa.
(Ilustración nº 22 - Foto 20 – símbolos- A toda página)
-¿Me estáis tomando el pelo que no tengo? –interroga a los presentes con mirada asesina, para
añadir a grito pelado-. ¡Quiero titulares y consignas,
yugos y flechas..! ¡Y nada de párrafos largos y espesos; y, menos aún,
dibujitos de mierda..!
¿Creéis –interroga colectivamente- que Bracamonte se va a detener para
leer unos textos eternos e ininteligibles, cargados de borrones de tinta y de
faltas de ortografía? ¿Y qué es eso de “HAZ” y de “AQUÍ ESTAMOS”..? ¿Pensáis que soy gilipollas o qué? ¡Más cosas
y distintas! – termina tajante Mariano-
Todos se han tomado un respiro a
medias; que rebuscan y cuchichean, sin perder comba, al tiempo que observan a
Mariano cómo hace e impulsa aros con el humo de su segundo cuarterón.
-¡Ya lo tenemos! –exclama Cornejo, como si hubiera descubierto o cazado un
perro con seis patas-. Y, sin más, extiende de nuevo, esta vez con balanceo de
cabeza y mirada y gesto de suficiencia,
tres nuevos murales sobre la mesa de nogal. ¿Qué te
parece, Mariano? –pregunta, entonces-.
El Gobernador reacciona enseguida;
y, más raudo que veloz, dirige su mirada en panorámica sobre los tres nuevos
murales que le presenta el subjefe de la Movida. Segundos más tarde, con una
mueca de sonrisa que presume aceptación, expone su punto de vista.
-Esto ya es otra cosa... –manifiesta, para luego concretar- Me parece bien; no está mal lo de “POR EL IMPERIO HACIA DIOS”. Un poco
largo, tal vez, pero sólido e impactante. Me parecen más contundentes –señala y explica- los
recuadros y sus textos. La referencia a los sufragios –concreta- es lo más interesante... Y lee Mariano en voz alta para todos, en busca de
asentimiento, uno de párrafos subrayados: “Un
Estado Liberal, un sistema democrático, es lo más nefasto para el pueblo; se constituye no ya en
el ejecutor resuelto de los destinos patrios, sino en el espectador de las
luchas electorales... Mesas de votación y urnas, cuando el ser rotas es el más
noble destino de todas las urnas”. ¡Muy bien! –exclama
Mariano entusiasmado, y sigue leyendo-. “El
sistema democrático es el más ruinoso sistema de derroche de energías. Un hombre dotado para la
altísima función de gobernar, que es tal vez la más noble de las funciones
humanas, no puede dedicar el ochenta o noventa por ciento de sus energías a
sustanciar reclamaciones formularias, a hacer propaganda electoral, a dormitar en
los escaños del Congreso, a adular a los electores y a aguantar sus
impertinencias y humillaciones; cuando, por la función casi divina de gobernar,
éstos están llamados a obedecerle”.
¡Ahí le ha
dado! –vuelve a exclamar Mariano- ¿De quién es el mural? –pregunta
entonces el Gobernador-. -De Laujar, de los alumnos del
colegio que hay junto al Puente Verde. –se adelanta Olmedilla a Cornejo, y precisa- Son fragmentos del discurso fundacional.
-Pues a éste y a los niños –sentencia Mariano- ochenta
duros y que no se hable
más.
domingo, 17 de febrero de 2013
PUENTE VERDE
Capítulo XX
De la bandera siempre está alzada
El
Teatro Apolo de Ciudad Dorada está que arde y con más olor a sobaquillo
que a sardinas y gambas; y, dicho sea de paso, a berberechos italianos, todos
en estado de putrefacción, que la cosa se arrastra desde ayer, que no hubo
mercado en las inmediaciones ni higiene en el interior de la alhóndiga; y, lo
que es más grave, tampoco la regadora pasó por donde tenía que pasar.
Disculpe que le haya traído hasta
esta reliquia modernista en condiciones nada salubres, con aromas poco
recomendables, butacas que dan miedo y personal tan variopinto. Pero siéntese
usted en la última fila, que es donde menos huele a humanidad y a
detritos, y apreste sus sentidos a vivir
-relajado, si le es posible, o como mejor pueda- un acto que le garantizo
irrepetible, surrealista y rocambolesco; pero, sin duda, patriótico. Sólo se le
podía haber ocurrido a Mariano; que ni sus más próximos colaboradores hubieran
reparado en semejante evento, más político que social, más multitudinario que
selectivo, más propagandístico que cultural.
El Gobernador quiere caldear el
ambiente en Ciudad Dorada para que la visita de Bracamonte sea un éxito tan redondo como él mismo y el
propio Dictador. Pero también para buscar jugosos y encendidos titulares que
lleguen mañana a instancias superiores como una muestra irrefutable de que
Urcitania está en buenas e incondicionales manos; bajo la batuta y la bota
–pensará usted, que ya le conozco- de un camarada de pro y no de contra.
Está a punto de abrirse al telón
-el doble telón-, que estamos en un local donde el terciopelo granate no sube
ni baja; sencillamente, se abre y cierra
como los visillos de las ventanas, como el muslamen de Marisol la estanquera,
todos los jueves, a las cuatro y media... ¿Sabe usted?
Mariano Urbinovich quiere
sorprendernos. Se ha traído de Fiñana, donde descansaba unos días, a don Juan Aparente Mingorance, un histórico
de la Movida, dispuesto a darlo todo para que cale en el pueblo –en este caso,
entre los urcitanos- lo más relevante y perpetuo del Nacionalsindicalismo...
(Ilustración nº 20 - Foto 19 –El
Apolo- A toda página)
Y, ayer mismo, no le fue fácil a
Mariano convencer al señor Aparente para que diera hoy la cara en “El Apolo”,
que estaba inmerso en sus escritos y paseos, en sus morcillas y tintorros, en sus sobremesas y
siestas; que Fiñana es mucha Fiñana –lo admite Mariano- para entrarle con
semejantes proposiciones a quien la vive y disfruta, a quien encuentra en ella
un refugio terapéutico o de otros menesteres, no necesariamente inconfesables.
-Amigo Juan, piensa que es nuestra Revolución Pendiente, que sólo unos pocos
concebimos a España como un gigantesco sindicato de productores; que tenemos
que organizar corporativamente a la sociedad mediante un sistema de sindicatos
verticales que sitúen la producción al servicio de la integridad económica
nacional... Y aquí estamos a la cola... ¿Me entiendes? Somos la cenicienta de
España y debe saberlo Bracamonte.
Así lo planteó Mariano a don Juan
Aparente. ¡Como para negarse! ¿No cree,
usted? Y, ¡claro..! No pudo resistirse y
aceptó.
-Te entiendo, Mariano –le respondió don Juan-; pero
si lo que quieres -añadió- es
llenar el teatro, que acudan personas de todas las edades y condiciones, no
solo camaradas –lo dejó muy claro-, de nada nos puede servir una convocatoria sin sexo. Así que permíteme
un pequeño engaño -sugirió de manera autoritaria y
muy convencido, para agregar-, una mentira piadosa antes de
que se abra el telón, de que empiece el acto, que luego ya lo aclararé todo
ante el público.
Y aquí estamos expectantes... ¿Qué
me dice usted? ¡Observe desde la última
fila...! Se puede afirmar, sin el más pequeño error, que se ha llenado “El
Apolo”. Y, ahora, dispóngase a ver y escuchar a Mariano en la presentación del
orador, que todavía aguarda entre bambalinas.
-Buenas tardes y bienvenidos a tan entrañable
teatro, capilla de la cultura de todos los urcitanos de bien... Camaradas, en
su más amplio sentido y profundo significado: En vísperas de la llegada del
Caudillo Invicto y parafraseando a nuestro inmortal jefe de filas, en un teatro
como el que nos alberga y en una fecha imborrable, quisiera empezar con el
saludo marcial y varonil que nos caracteriza...“Nada de un párrafo de gracias.
Escuetamente, gracias, como corresponde al laconismo militar de nuestro
estilo...” Y sin más, me honro en haceros saber que hoy está con
nosotros don Juan Aparente Mingorance, quien ha venido para sumarse, en un
momento tan decisivo para Urcitania, al fausto acontecimiento que se avecina en
nuestra tierra sedienta, entre otras cosas, de un verbo esperanzado y alentador
que nos saque el lunes a la calle para recibir fervorosamente al Generalísimo
Bracamonte. Llegará por la tarde, bastante tarde, a última hora de la tarde. Y
os queremos ver al aire libre, bajo la noche clara, brazo en alto y en el cielo
las estrellas. Y para animaros, aquí está Mingorance. ¿Qué os voy a decir de
Mingorance, amigos? Es un hombre que no
necesita presentación, porque es impresentable. Él tiene en sus adentros la
doctrina más pura de nuestra Movida y en él confiamos, con su docta palabra,
para que nos haga llegar y enriquecer un sentimiento ya latente en todos: el
amor a la Patria y a sus valores eternos. Y ahora, sin más comentarios por mi parte,
con él os dejo... Camarada Mingorance, te escuchamos con ardor...
¿Qué le ha parecido? ¿Brillante,
verdad? ¡Menuda ovación la del personal
a Mariano! Pues ahora no pierda comba, que ya se abre el telón y... ¡Ahí tiene
a Mingorance y a su verbo!
-Excelentísimas e ilustrísimas autoridades civiles y
militares. Reverendísimo señor Obispo. Señoras y señores. Urcitanos. Amigos
todos. Sean mis primeras palabras de profundo y sincero agradecimiento al
camarada Urbinovich por su presentación, tan elogiosa como inmerecida. Tenéis
al Gobernador que os merecéis; un político como la copa de un pino, como un
pino de su Alpujarra: recio y firme. Camaradas y amigos, Mariano dará mucho que
hablar y no por lo que pensáis...
¡La cagó! Así como suena. ¿Ha
observado usted el codazo que se han dado todos? Algo tremendo... Hasta
Mariano, el aludido, ha recibido el suyo, a la altura de la costilla flotante,
del brazo y codo de Mario Cornejo, el subjefe de la Movida, que ya piensa, como
cualquiera de los presentes, que la cosa empieza bien... Pero escuchemos a
Mingorance, quien parece haberse dado
cuenta de la posible y tremenda interpretación de sus palabras...
-...Y estoy seguro que habéis relacionado el “que
dará mucho que hablar” con su trayectoria personal y política. ¡Pues no! Dará
mucho que hablar por sus ideas, porque tiene muy claro que jamás los retóricos
mercaderes de la españolería han dedicado una sola de sus flores de trapo a
nuestros muertos, a nuestros héroes vivientes bajo las banderas que se batieron
y ganaron al comunismo que imperaba cuando emprendimos nuestra gran Cruzada. Y
él sí, como acabáis de escucharle. Y ésa limpieza y claridad de pensamientos,
en un camarada que, encima, se llama Urbinovich, le distingue y dará, como os
decía, mucho que hablar; porque es la garantía, camaradas y amigos urcitanos,
de que nunca le meterán un gol...Y eso ya lo sabe quien tiene que saberlo...
¡Asombroso! ¿No le parece? Se le
habían puesto de corbata a Mariano. Y
ahora, ya suspira de alivio. Ha llenado los pulmones de aire -que ya es mérito
con el ambiente que se respira- y lo resopla con la misma urgencia; si bien
-observe- algo más relajado y con mejor ritmo cardíaco. ¡Vaya susto, oiga! Pero lo bueno –no se lo
pierda- está por llegar, que todavía no ha revelado Mingorance el contenido
verdadero de su conferencia.
-...Es Mariano, además, un hombre que sabe guardar
secretos. Ayer le comentaba, con la tensión que vive estos días, que hubiera
resultado un elemento más de angustia convocaros con un titulo de conferencia
cargado de simbolismos. Y él aceptó. Por eso estáis aquí, yo diría que os hemos traído hoy a este templo de las
artes escénicas, con el reclamo que podéis leer en el prospecto; es decir, para
hablaros del “Sexo en la España de hoy”. Pero no os asustéis. Ha sido un
gancho, creo que innecesario, para que llenarais“El Apolo”; porque, realmente,
mi conferencia va a versar, como no podía ser de otra forma, sobre “La Bandera
siempre está alzada”...
¡Menuda la que ha armado el amigo
Mingorance! Usted verá que la ha liado;
sí, sólo para los adentros, que aquí no respira nadie. Y mucho me temo que
tampoco en las próximas dos horas, que don Juan no es de los breves en el
discursear, que seguro que nos recuerda que tenemos voluntad de Imperio, que
nuestro Estado es un instrumento totalitario al servicio de la integridad
patria y que los valores conquistados son eternos e intangibles... ¡Como si lo
viera!
-...Sí, os voy a hablar de lo que estáis pensando,
de todo eso y más; pero, por vuestro bien, por el bien colectivo... Así que:
quien desee abandonar la sala, que lo haga en silencio para no despertar a los
que se quedan...
Ha sido sublime. Casi nadie podía
imaginar la salida del orador, tan sibilina como tajante, tan sorpresiva como
simpática, tan inesperada como histriónica. Mariano, sin embargo, ya lo
barruntaba, que conoce bien a Mingorance, que es capaz –piensa- de cualquier
cosa, que le ha escuchado peores y más fuertes salidas de tono, que vaya usted
a saber lo que puede dar de sí con un valor que, hasta esta tarde, sólo se le
presumía.
NACIMIENTO DEL INDALO (Serie de 10 pinturas del grupo "Abstracciones")
He terminado esta misma tarde la serie "Nacimiento del Indalo", del grupo "Abstracciones", primera realizada con acrílico sobre cartón de paspartú tratado con "gesso blanco". Están pensadas para una exposición que tengo concertada ya en Madrid en la segunda quincena de Enero de 2014; si bien, me gustaría presentarlas en Almería el próximo mes de Septiembre, que se cumplen 20 años de mi primera exposición en el Colegio de Arquitectos. Las otras 11 obras de este mismo grupo ("Abstracciones"), dentro de la otra serie, "Cartografía del Color", están realizadas con témpera, acuarela y técnica mixta. Y, finalmente, el tercer grupo, "En ruinas", totalizan 9 más, todas ellas acuarelas.
La serie que os presento hoy (inédita; no la había mostrado a nadie), he querido dedicarla a nuestro símbolo, "El Indalo", ese "fetiche para el mal de ojo y otros infinitos males" -como diría Jesús de Perceval- cuya proyección nacional e internacional tanto ha contribuido a que se conozca Almería, sus gentes y su cultura.
Espero que vuestra crítica sea tan sincera como objetiva.
sábado, 16 de febrero de 2013
PUENTE VERDE
Capítulo XIX
De misas, confesiones y algunos ejercicios píos
Pasado mañana es domingo y todas
las fuerzas vivas de Ciudad Dorada están
en capilla, que el lunes llega Bracamonte a la hora del Ángelus, más o
menos, y hay que pedir al Hacedor que haga un esfuerzo añadido para que todo
salga medianamente bien, que ya es suficiente. De momento, Mariano ha hecho un
ejercicio de humildad y se ha pasado por el Palacio Episcopal para ver al
obispo, monseñor Ildefonso de los Monteros. Más que cumplimentarle, desea que
la gente se percate de que hay sitios más nobles y píos, a visitar por la
primera autoridad de Ciudad Dorada, que el “Sotanillo” y la peluquería de “el
palmeras”; que quede muy claro. Pero, de paso, Mariano desea también que el
obispo presida el Tedeum y se deje ver en los actos oficiales, que no se crea
usted que le van mucho a monseñor, que ya llegó a la Diócesis con dudosa
reputación de liberal. Algo insólito que semejante cosa –piensa el gobernador-
se le pasara a Bracamonte al examinar la terna que le presentó la Santa Sede
para Pastor de Urcitania, que el Caudillo es muy mirado a la hora de tomar
decisiones tan solemnes; que para eso, él mismo, ya estuvo a punto de
recibir el capelo cardenalicio y, por
consiguiente, se legitima y adjudica todo el derecho divino para hacer y
deshacer en semejantes y trascendentales decisiones.
Mariano, ante el obispo, es
amable, pero tajante.
-Don Ildefonso, todo lo solemne es más solemne si
usted está ahí... Y debe estar.
-Amigo Mariano, es muy posible que tenga usted
razón, casi toda la razón; si bien
–puntualiza el obispo- nunca viene mal que se le diga a su Excelencia aquellas cosas que
usted no le puede decir. ¡Ya me entiende..! Hay mucha miseria que podría tener,
con buena voluntad política y un poco de esfuerzo económico, pronta solución. Y
esta realidad social –concreta el
obispo- debe saberla Bracamonte; porque además, estoy seguro
que –asevera- sabrá
encontrarle fórmula, una salida justa y cristiana... Con su ayuda, como es
natural, amigo mío.
Es el precio que hay que pagar –ha
pensado Mariano al salir de su encuentro con el obispo- para contar el lunes y
el martes con don Ildefonso. Y se ha ido directamente a la peluquería y al
“Sotanillo” -por este orden-, para acicalarse los cuatro cabellos que le
quedan, de cara al lunes, y entonarse
luego con un buen ponche de “tres cepas”, bien caliente y cargadito.
Doña Perpetua también está en
capilla. Esta mañana, después de hacer unas gárgaras con bicarbonato para suavizar
las placas del gaznate, que se lo ha recomendado su amiga Rosita “la larga”, se
ha encaminado hacia los dominicos y se ha plantado en el confesionario del
padre Bonino, su director espiritual, que siempre la reprime con mucha
vehemencia y razón; porque la señora de Salmoral tiene la fea costumbre de
confesarse de los pecados de los demás y no de los suyos.
-Lo de mi marido con la estanquera, padre Bonino, no
lo quiero ni pensar, pero lo de Faustinito con el “París-Hollywood” puedo dar
fe, que lo he visto con estos ojitos que se han de comer los gusanos, señor
cura.
Se lo ha soltado así; pero ni una
palabra de lo suyo con el “chinchón”, ni de sus cabalgaduras sobre don
Faustino, ni de sus cotilleos con Rosita. Y, ¡claro..! El padre Bonino le ha
puesto el dedo en la yaga.
-Doña
Perpetua, tenga caridad y deje al prójimo que sea él quien pase por el
chiringuito para cumplir con el sacramento de la Penitencia; usted a lo suyo...
Y cuéntele todo lo de casa a su esposo.
Ha sido suficiente para entrarle como
es debido a don Faustino cuando han terminado de comer.
-Sí, sí, Faustino,“pajas”; lo que oyes... Y con la
revista que le quitó al profesor de francés, don Renato Brinodaux, el verano
pasado.
A Salmoral le ha entrado la risa
por dentro al escuchar a su esposa y, con gran cinismo y arte interpretativo,
con los ojos como platos de postre –diría yo-, ha expresado su sorpresa; se ha
puesto más serio que Manolete y ha hecho un esfuerzo para que no se le note,
para que no se percate doña Perpetua de cosas peores, que tiene mala conciencia
de sus jueves con Marisol -a las cuatro y cuarto-; que algunas veces, incluso,
lo han hecho sobre los cartones de “Bisonte” corto y de “Reno” mentolado, que menudo
estropicio... ¿Se imagina?
Salmoral no se atrevía luego a
pedir explicaciones a Faustinito, que le da corte, que un hijo es un hijo, con
“pajas” o sin ellas. Pero Faustino se lo ha pensado mejor y ha llegado a la
conclusión de que no tenía más remedio que ponerse en el papel de padre y
olvidarse, por un momento, de sus escarceos con la estanquera.
-...Y ahora vas y te confiesas... ¿Me oyes?
Faustinito ha sido obediente. Ahí
lo tiene usted, bien aseado y contrito, camino de los franciscanos, que son los
más sordos, por edad y del lugar, para que los niños malos les suelten sus
pecados sin enterarse. Lo descubrió el vástago de Salmoral un primer viernes de
mes y no por casualidad. ¡Atienda! Estaba ya en el penúltimo y, por tanto, a
punto de alcanzar la proeza de cumplir con la devota tradición de confesar y
comulgar nueve primeros viernes seguidos. Tenía, como quien dice, la indulgencia plenaria a la vuelta de la
esquina; es decir, en los Jesuitas, pero se acordó de un hecho que le impedía
seguir. ¿Qué pasó? ¡Pues ya verá usted! Cuando estuvo reclinado ante el padre
Lince -¡maldito arroz con leche!, se dijo- recordó las dos cucharadas que
había ingerido -media hora antes- de tan
rico postre, preparado por doña Perpetua para la cena. ¡Me cago en los moros..! Ya no puedo comulgar esta tarde... Y así se lo confirmó el jesuita. Pero Faustinito no
se dio por vencido. En menos de veinte minutos, tiempo máximo para que
comenzara la última misa del día, recorrió cinco parroquias, otros tantos
confesionarios y abordó a un claretiano y a un canónigo por la calle. Y de todos
obtuvo la misma respuesta.
-Empieza de nuevo, hijo mío, que eres muy joven; que
dos cucharadas de arroz con leche son dos cucharadas de arroz con leche... Y no
puedes recibir al Señor en tal estado de digestión.
La última oportunidad –se planteo
Fautinito a la carrera- estaba en los Franciscanos, iglesia que le restaba por visitar para un
postrero intento de que alguien, con sotana y mayor comprensión, pasara por
alto lo del arroz con leche y le autorizara a comulgar. Y hacia ella encaminó
sus zancadas.
-Buenas tardes, padre, que me he comido un poco de
arroz con leche y quería comulgar...
-¿Cómo dices, hijo?
-Que me he comido dos cucharadas de arroz con leche
y ...
-¿Que, qué, hijo?
-Que me he tomado dos o tres cucharas de arroz con
leche y me he hecho una “paja”...
-Pues no lo hagas más y ofrécele al Señor la misa y
la comunión de esta tarde.
Y fue así, tal cual le cuento -sin
poner ni quitar una letra-, cómo Faustinito logró cumplir con sus nueve
primeros viernes, a duras penas. Algo que no ha olvidado ni olvidará; de ahí
que recurra a los franciscanos, como hoy y como siempre, para encontrar la paz
interior consigo mismo y el apoyo y ayuda del reverendo más sordo y tolerante
de Ciudad Dorada, fray Lorenzo Rocamora. Y por muchos años... ¿No le parece?
(Ilustración nº 19 - Foto 18 –Las Puras - A toda
página)
Todos están en capilla hoy, hasta
la secretaria del Gobernador, Maruja Cañete “la tiburona” y Salvador Gabarda,
que se lo ha dicho a Mariano su fiel mayordomo y chofer, Bruno, cuando ha pasado
por el “Sotanillo” para recogerlo; que los ha visto entrar –le ha precisado- en
las Catequistas, a pocos metros de la fábrica de gaseosas.
El hermano Fermín, al otro lado de
la rambla, también se lo ha tomado muy en serio con los chicos de quinto, que
son, por edad, los más proclives a la vida desordenada y disoluta. Esta tarde,
por ejemplo, poco antes de explicarles el evangelio del Hijo Pródigo, se ha
organizado en clase lo que no está escrito. Ha tenido que intervenir hasta el
capellán, don Tarso Ruiz, con patena incluida. Resulta que Pepito Torregrosa,
el interno de Alhama, se resistía a
entregarle al fraile –no quería, sencillamente- el misal para la lectura
litúrgica de mañana. Ha sido un tira y afloja. Al final, el hermano Fermín ha
podido más y se ha hecho con el devocionario. Pero lo peor ha venido luego, que
al abrirse las hojas por el forcejeo han empezado a caer formas, Sagradas
Formas, ¡oiga!, que Torregrosa tenía guardadas, más bien escondidas, en el
misal. Y, a tortas, ha tenido que desembuchar públicamente la verdad. Resulta
que no le gusta confesarse o, si lo hace, omite los pecados más gordos, para
evitar el interrogatorio posterior; –ya sabe usted- que si sólo o acompañado,
que cuantas veces... Peor que la policía -¡que barbaridad!-; así que,
consciente de ello, cuando va a comulgar los domingos y retorna al banco de la
capilla, saca de la boca la Eucaristía y la coloca junto a las otras formas que
conserva de semanas anteriores. Y así
dos meses seguidos. La última bofetada se la ha dado el director, hermano
Rodrigo, mientras don Tarso, con todos de rodillas, rezaba sin parar. Un poema,
¿no le parece?
Como puede usted comprobar, casi
todos están en capilla; y, algunos, en la cárcel, como Galíndez el de los
billares, ex maestro nacional, judío y masón, que ¡manda huevos..! No se podía
pedir más... Que tenía todas las papeletas que exigía y exige don Casildo para
estar a la sombra durante la visita de su Excelencia. ¡Que le vamos a hacer!
UN MENÚ PARA EL VIERNES (CUARESMA): BERENJENAS FRITAS; PUDING DE PESCADO Y GAMBAS Y BONIATOS AL HORNO.
Para el viernes de cuaresma, un menú sencillo, variado y equilibrado respetando la abstinencia. Hoy os propongo unas berenjenas fritas, un puding de pescado y gambas y un postre tradicional... boniatos.
BERENJENAS FRITAS
Ingredientes:
- Dos berenjenas medianas
- Harina de rebozar
- Un poco de leche diluida en agua
- Sal
- Miel de romero
- Aceite
Elaboración:
- Lavar muy bien las berenjenas, trocearlas como os guste... en tiras o rodajas. Echarlas en la leche diluida en agua con un poco de sal. Escurrirlas o secarlas sobre un trapo y rebozarlas con harina. Freírlas en abundante aceite y ponerlas sobre papel de cocina para que suelten aceite. Colocarlas en la fuente de servir y, si se quiere, rociarlas con un poco de miel.
PUDING DE PESCADO Y GAMBAS
Ingredientes:
- 1 kilo de pescado, cualquiera de los llamados de "molla". Yo prefiero la gallineta.
- 1/2 kilo de gambas
- Tomate frito
- Pimienta
- Sal
- 4 huevos
Elaboración:
- Cocer el pescado y las gambas. Quitar las espinas y la piel. Añadirle el tomate frito, la pimienta, un poquito de sal y los huevos batidos. Meterlo en un molde recubierto de aceite y pan rallado y ponerlo al horno al baño de María hasta que esté cuajado. Podéis cubrirlo, ya fuera del molde, con tomate frito o la salsa que más os agrade... la mahonesa fuerte le va muy bien.
BONIATOS AL HORNO
Ingredientes:
- 4 batatas o boniatos medianos
- Un par de ramas de canela
- Agua
Elaboración:
Lavar muy bien los boniatos sin pelar. Envolverlos en papel de aluminio (hay quien prefiere no hacerlo) y poner sobre la batea del horno un poco de agua y las ramas de canela. Dejarlos a 180º hasta que empiezan a soltar el azúcar del propio boniato o batata. Cortarlos en rodajas o por la mitad y servir. Hay quien le gusta tomarlos con pan tostado o frito.
¡BUEN PROVECHO!
MENÚ PARA EL JUEVES: ENSALADA DE CHAMPIÑONES Y CROQUETAS CON PATATAS FRITAS
Un menú que, personalmente, me gusta, si bien, he comprobado que en casa tiene mucha aceptación: una ensalada en crudo de champiñones y unas croquetas (yo las llamo, como mi madre, "de cocido") con patatas fritas y un toque fuerte que ahora os cuento.
ENSALADA DE CHAMPIÑONES
Ingredientes:
- 1/2 kilo de champiñones
- Sal
- Ajo
- Perejil
- Pimienta negra
- Aceite de oliva extra virgen
Elaboración:
Lavar muy bien los champiñones y pelarlos. Volverlos a lavar y secar. Laminarlos al gusto y ponerlos en una ensaladera. Agregarle un majado de aceite, ajo, pimienta, sal y aceite. Moverlo muy bien. Algunas veces suelo poner en una sarten una loncha de buen jamón en trocitos o unos torreznos muy pequeños de ibérico, los frío un pelín y los echo por encima de los champiñones ya aliñados.
CROQUETAS
Ingredientes:
- Cebolleta
- Harina
- Leche entera o semidesnatada
- Dos huevos
- Sal
- Nuez moscada
- Trocitos de pechuga y jamón del cocido
Elaboración:
Freir la cebolleta muy picada y cuando esté transparente añadir la harina en frío y remover para que no queden bolitas de harina. Calentar nuevamente y añadir la leche poco a poco, la sal (suelo echarla en la leche previamente), la nuez moscada y el picadillo de pechuga y jamón. Cuando está hecha la besamel o pasta, ponerla sobre una fuente a enfriar fuera de la nevera (una hora es suficiente). Se baten los dos huevos. En otro plato grande se echa pan rallado. Con dos cucharas soperas se moldea la masa, dando forma a las croquetas. Se pasan por el huevo y se rebozan con el pan rallado. Hay que dajarlas reposar un poco para que queden bien rebozadas. Calentar abundante aceite de oliva (hay quien prefiere de girasol), colocar sobre el aceite ya caliente un trozo limpio del cascarón de huevo para que, al freir las croquetas, todas queden del mismo color tostado (esto lo he visto hacer en casa a mi madre... y funciona; también lo hacen mis hermanas). No echar más de cuatro o cinco croquetas a la vez, en función, claro, del tamaño de la sarten. Estas croquetas resultantes, están buenísimas en caliente; pero, en frío están de locura.
PATATAS FRITAS CON TOQUE
Ingredientes:
- Patatas de las buenas para freir
- Ajos
- Perefil
- Aceite de haber frito las patatas
- Un chorreón de vinagre
Elaboración:
Se trocean las patatas "arrancándolas", no cortándolas; se fríen y se ponen sobre un papel de cocina para que pierdan aceite. En el mortero, se majan los ajos y el perejil con un poco de aceite de haber frito las patatas y se le agrega un chorreón de vinagre. En la misma fuente de servir y sin mover, se echa por encima el majado.
¡BUEN PROVECHO!
MENÚ PARA EL MIÉRCOLES: ENSALADA CÉSAR Y MACARRONES CON TOMATE (NO UN TOMATE FRITO CUALQUIERA)
Mi propuesta para el miércoles es un menú italiano, pero con un toque especial almeriense. Una ensalada César; unos macarrones con tomate... pero no un tomate frito de "salir del paso", no, se trata de un tomate frito bien hecho y sin prisas.
ENSALADA CÉRSAR
Ingredientes y elaboración: tomate, lechuga, cebolla, coscurros de pan, un par de filetes de pechuga de pollo empanada y cortada en tiras, un huevo duro, pepino y unas láminas de parmesano. La salsa César la suelo hacer yo con una yema cruda de huevo, un poco de aceite, sal y una cucharada de mostaza; todo, muy bien batido a mano.
TOMATE FRITO CASERO
En sus recetas, Isabel hace un tomate muy especial. Yo lo hago igual, pero con dos diferencias: lo frío con la piel y le agrego un poco de azúcar. Suelo hacer mucho y guardarlo en tarros (siempre de cristal).
Ingredientes:
- 6 kilos de tomates medio maduros
- Aceite de oliva extra virgen (una taza y media)
- Azúcar (unos tres sobrecitos)
Elaboración:
Se parten los tomates en trozos y se ponen a cocer hasta agotar el agua. Una vez cocidos, se pasan por el chino para eliminar la piel. Se echan a una sarten con el aceite. Isabel suele poner en el aceite un trocito de pan hasta que está dorado, es el punto del aceite para freir los tomates. Se fríen lentamente moviéndolos con una cuchara de palo hasta que el tomate se despega de la sarten sin líquido. Un par de minutos antes, se le agrega el azúcar. No todos los tomates, por su acidez, requiren la misma cantidad de azúcar. En casa y a mi, nos gusta algo dulce. Ese tomate frito es el que hay que utilizar para los macarrones.
MACARRONES CON TOMATE
Ingredientes:
- Uno o dos paquetes de macarrones de 500 gramos
- Una o dos puntas de solomillo (ternera; hay quien prefiere de cerdo)
- 1 chorizo picante
- Tomate frito (el descrito más arriba)
- Aceite
- Sal
- Mantequilla
- Orégano
- Albahaca
- Pimienta negra
- Parmesano (en polvo o láminas)
- Abundante agua para cocer
Elaboración:
- Se ponen a cocer los macarrones cuando el agua está hirviendo; antes, se agrega al agua un chorreón de aceite y una cucharada de sal. Cuando los macarrones están "al diente", se sacan y se echan en un recipiente profundo con dos o tres porciones de mantequilla; ahí se le agregan todos los ingredientes, menos el parmesano, y se mezcla muy bien con el tomate frito. En una cuajadera, se ponen sueltecitos y se cubren con las escamas o polvo de parmesano. Como están calientes, hay que evitar meterlos en el horno sin que esté ya en posición de gratinar, porque entonces se cuecen y, al tiempo, se apelmazan. Yo suelo poner el horno de gratinar por encima de los 200 grados hasta que se tuestan y se observan algunos en punta e, incluso, quemados; es el punto de gratinado.
¡BUEN PROVECHO!
MENÚ DEL MARTES: ENSALADA DE ESPÁRRAGOS Y MIGAS
El martes os sugiero un plato muy almeriense (espero que no llueva... ¡ya me entendéis!) migas con su correspondiente "engañifa" o, como diría mi mujer asturiana, "compango". Y para abrir, una ensalada de espárragos con patatas asadas al horno.
ENSALADA DE ESPÁRRAGOS Y PATATAS ASADAS
Ingredientes y elaboración: Dos botes -en su caso, latas- grandes de espárragos blancos y trigueros; unas patatas medianas al horno, sin pelar (una media hora a 180 grados envueltas en papel de aluminio). Yo la aliñaría con una vinagreta clásica.
MIGAS
Ingredientes:
- 1/2 kilo de sémola de trigo
- 2 litros de agua
- 1 vaso de aceite
- Ajos
- Sal
Engañifa:
Ya sabéis que unas migas, como Dios manda, han de acompañarse con lo que en Almería llamamos "engañifa" y, en Asturias, "compango". Ahí va:
- Arenques secos crudos
- Arenques secos fritos
- Hígado en ajillo
- Morcilla cruda y frita (la de Serón y la de Huercal son fenomenales; y siempre de cebolla)
- Tocino crudo y frito
- Magra frita
- Chorizo frito
- Pimientos fritos
- Rábanos
- Aceitunas
- Pipirrana
- Almejas amarillas
- ... y lo que os "salga"
Elaboración:
- Se fríen los ajos en el aceite, se sacan y la sarten se aparta para que se enfríe el aceite. Cuando ya está frío, se le añade el agua y la sal; y se deja que hierva. Se va añadiendo entonces la sémola de trigo, poco a poco, sin dejar de remover.
¡BUEN PROVECHO!
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